Rincón abierto a los amantes de la naturaleza, la caza y la literatura venatoria.

sábado, 30 de enero de 2010

EL FUNDIO. CASI SIN RESPIRAR Y FUNDIENDO BALAS

Siempre nos gustó que las armadas tuviesen su apodo: recordamos ahora, el arenero, el sequillo, la cañada del endrinar, las alegas... y muchas otras, tambien que se rezara la Salve antes de comenzar a montear y vitorear a nuestra Patrona con el !Viva la Virgen de la Cabeza!, así  lo hemos vivido y así lo queremos seguir viviendo. El jueves en El Fundio no fué así, no dejemos que se pierdan estas tradiciones, monteabamos con 17 puestos divididos en varias armadas pero todas sin apellidar, aunque eso no fue óbice para que disfrutasemos de una de las mejores jornadas venatorias que recordamos. Nos  acomodamos en el puesto número dos, en la parte alta de un cortadero desde el que divisabamos un amplio barranco apretado de jaras con un holgado tiradero, divisabamos dos claretes anexados por una  vereda dominante por donde supusimos debiamos balear a los cochinos, si es que estos visitaban el atolladero.

 
Nos apostó en la suerte Pedro, el propietario de la finca,  justo en el momento de colgarnos  sobre el hombro la cincha del rifle, avistamos cuatro cochinos de tamaño considerable haciendo viso por la cuerda con los puestos de la traviesa, por lo que no los tiramos. Al rato vemos como pausadamente se coloca la traviesa lo que hace que una piara de seis guarros bajen pecho enfrente hacia nosotros, cuando surcan por uno de los claros nuestro socio empieza con las hostilidades, pim, pim, pim, - dijo el treinta cero seis, no conseguimos introducirlos en nuestro visor apoyado sobre la horquilla del tripode, rapidamente desistimos de este tropezando con una de sus patas y callendo en una jara que hizo que los pantolones se  rasgaran allí donde empiezan las protuberancias masculinas, rapidamente nos incorporamos  advirtiendo uno que se separa, bajando por la vereda hacía el barranquillo y poooommm,  habló el trescientos WM, -  me he quedado con el, -  y yo con otro dijo Rafa, -  pues de p...madre.

  

Segidamente, casi sin respirar, oimos un tamareo por detrás, fugazmente apreciamos el cuello de un venao y poooommm el del trescientos que no acierta en el disparo,  no dando lugar a una segunda oportunidad, al unísono un ir y venir de ciervas a las que hacíamos caso omiso. Tras el tercer respiro, todavía no nos había dado tiempo a poner la silleta, un venao que atraviesa el barranco de izquierda a derecha y que el treinta cero seis fulmina de un certero balazo. Ya más sosegados al cabo de unos veinte minutos el venao que creíamos difunto se levanta el treinta cero seis habla de nuevo, pim, el cérvido vuelve a acusar el tiro y se pierde volcando por la cuerda.

 

Cogemos la cámara para relajarnos un poco y fotografiar los aledaños del puesto cuando por detras, a nuestra diestra, cruza un guarro zorreado, tiramos la cámara al suelo y observamos que las jaras se mueven hacia nosotros, lo esperamos en un minúsculo claro a escasos diez metros metros y cuando asoma, poooommm, poooooommm, vuelve a errar el trescientos, nuestra collera se sobresalta cuando lo ve a sus pies y le zumba tres tiros con el rifle a media altura sin poder encararlo, al estilo Clint Eastwood, no lo volvimos a ver.

En el quinto respiro oimos una ladra al otro lado del barranco, aparece un venado, -  remataló que es el mismo, poooommm, pooommm, el trescientos no está fino, pim, el treinta cero seis dice aquí estoy yo y el venao se derrumba. Ya mas tranquilos entra una cierva que una vez más el treinta cero seis se encarga de volcar, y otra que llega con las tripas a la rastra que el trescientos, después de cuatro detonaciones no logra enganchar. 

 

Más tarde entraron otros tres venaos bastante mejores y más cerca que los anteriores, que no pudimos tirar por haber consumado el cupo. Por lo alto del barranco divisamos a los perros ya de vuelta, antes de llegar los perreros nos comunican que tras la chaparra, donde tiramos el primer venado hay uno muerto, nos miramos extrañados, creíamos que se había rehecho, pero fué otro el que se levantó del mismo sitio, este estaba bién muerto como comprobamos con posterioridad con un letal disparo en la columna, bueno pues ya tenemos dos, habrá que explicar lo sucedido a la propiedad. Cuando llegaron a nuestra altura los canes levantan de lo más espeso un marranaco de su encame, pim..., pim, argumentó el treinta cero seis, agua, pooooommm..., poooommm, adujo el trescientos, nada,  pooommm el tercero lo acusa y lo para  y poooommm el cuarto también le pega, baja  con los intestinos colgando y se pierde en lo profundo del barranquillo, al instante una ladra, parece que lo tienen parado, el perrero corre y desde lo alto nos dice que lo ve en lo hondo muerto y que es muy grande, bajamos con mucha dificultad, !lastima no es macho! pero es una espectacucular cochina, tiene incluso boquita, la tenemos que mirar varias veces para corroborar que no tiene huevos, el lance ha sido emocionante y ha merecido la pena.

Con muchos apuros por lo embrollado del monte empezamos a pistear los dos primeros guarros, el del trescientos daba bastante sangre pero tras una intensa busqueda nos fue imposible dar con el, había que ver el barranco, impenetrable, el otro extrañamente no dió sangre y eso que estuvo un rato patalendo en una jara, tampoco lo pudimos recuperar.

En definitiva un puestazo el que vivimos el jueves en El Fundio, no paramos de tirar, veintisiete balas consumimos, de ver reses, de disfrutar del monte. Por la privilegiada situación del puesto pudimos observar la algarabía de la suelta, el buen trabajo de los perros, esto es la autentica monteria española, la que nos engancha y nos corre por la sangre. Y después el buen rato que pasamos con los amigos, Juan Carlos, Jose Eugenio, Rafa, Iñaki y Javier, ¿Que más podemos pedir?

 

  

 

 

 

 

6 comentarios:

EL LINCE dijo...

Me alegro un montón de que os hayais divertido en esta montería, pero con el cuento de que Rafa cree que es el mismo venao, los mata de dos en dos, y a ti Amigo Eduardo, me llena de satisfación que hayas matado esa cochina tan enorme, la lástima de verdad es que no hubiera sido el gran macareno con el que todos soñamos, pero tranquilo que estas muy cerca de conseguirlo. Ah por cierto como he visto que el 30-06 y el 300 W no paraban de asombrar a los demas puesto con su bonita melodía y visto el resultado obtenido( aunque satisfactorio)os doy un consejo: En la farmacia de la puerta Jaén venden un colirio estupendo para acertar mejor a las reses, así que aplicaros el cuento y para la proxima vez, sonido de rifle, res al suelo.
Un saludo amigo Eduardo

EDUARDO B. dijo...

Amigo Linares, el colirio lo compraremos para próximas ocasiones, que nos puede hacer falta, pero fijate en lo apretao del monte de esta finca, teniendo en cuenta que a los venaos solo les veiamos el cuello y la cuerna y los cohinos los veiamos en relances, creo que nos portamos bien.

JUAN EUGENIO ORTEGA dijo...

Felicitaciones por el día de montería, ya era hora de que te tocase. Si necesitas colimador,lo ponemos a tiro y te lo presto.

Por cierto, cambio de planes para el 13 de febrero, llámame y te lo cuento.

JuanD. dijo...

Me alegro Eduardo que tubieseis un buen dia, yo tambien pase una estupenda mañana el domingo con mi hijo y mi cuñado en el puesto, vimos los perros pasar, y pudimos oir algun tiro, nada mas, por lo que cerramos la 4ª temporada sin pegar un tiro.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Vaya boca tiene la marrana!!, muy buen dia de caza, nos vemos en Doñe Eva.

ALBERTO VACAS

Javier Robles Chocano dijo...

Pensaba que la temporada terminó hace un mes pero acabo de montear en El Fundio. Magnífico relato Eduardo. Menudo día pasásteis. Enohrabuena.