Rincón abierto a los amantes de la naturaleza, la caza y la literatura venatoria.

sábado, 26 de febrero de 2011

LANCES MONTEROS

 
Esteban Cabrera, amigo al que hemos conocido este año en las monterías de Bienservida, Fuente del campo y en las tres del Arquillo, según me cuenta animado por sus amigos, ha decido entrar de lleno en el mundo de los blogs cinegéticos, como resultado ha visto la luz "LANCES MONTEROS" un blog que nace a los pies de la Sierra de Segura y que nos tendrá informado de las buenas jornadas de caza que en esa rica comarca jienense acontecen, a la que tanto cariño hemos cogido y tan buenas amistades hemos hecho.

Muy acertado el título del blog, los "LANCES MONTEROS" son la esencia, objetivo y fin último de la montería, son las historias, en viva voz de los monteros, las que oimos y contamos en las juntas y las que también leemos en los libros y blogs. El lance no sería tal, quedaría huérfano, sin receptores a los que narrar el apasionante episodio.

Desde Retazos Cinegéticos damos la Bienvenida a Esteban al que deseamos mucha suerte en esta nueva andadura. Podéis acceder al blog en la siguiente dirección  http://lancesmonteros.blogspot.com





lunes, 21 de febrero de 2011

EN UN LUGAR DE LA MANCHA...


... de cuyo nombre si quiero acordarme, a los pies de Peñascosa, un hidalgo de los de lanza en astillero y su escudero (quién escribe), ensillados en rocín flaco a cuatro ruedas, como galgo corredor, desde tierras Calatravas, presentan armas en busca de la conquista de la mancha "los molinos", en la insula del Arquillo.

En este feudo, dónde por orden y gracia o desgracia de sus gobernadores, solo se faculta una lanza por sitio, el hidalgo caballero, de pelada coronilla, amablemente cede su lanza al escudero, y le nombra caballero, manifestándole:
- Dios haga a vuestra merced muy venturoso caballero y le de fortuna en lides, empero cuando la sombra que ejerce el sol sobre este chaparro, avance dos palmos, deberás devolvermela y cuando recorra otros dos te la volveré a prestar y así sucesivamente hasta que venzamos al enemigo.

A lo cual su escudero responde.
- Habrá valido la pena, si recala por aquí algún gorrino, como de ordinario suele acontecer por estas haciendas, "y le derribo de un encuentro, o le parto por la mitad el cuerpo, o, finalmente, le venzo y le rindo".

Transcurre la mañana, y el reloj solar regala los palmos más afortunados al escudero recién armado caballero, de un lanzazo abate un zorro. La batalla no está exenta de peligro, tras arrojar cuatro lanzazos, el temerario escudero remata a cuchillo a una cochina, agarrada solo por tres canes, esta se revuelve y le pega un topetazo en la rodilla, con una cuchillada mete y saca pero honda, fue cobrada casi una legua más adelante.


Los modernos y ruidosos molinos de viento, gigantes de brazos largos, generadores de energía causantes de un negativo impacto visual en la sierra, con sus molestos zumbidos omitían la cruzada que acontecía en otras armadas. A punto estuvo el caballero de pelada coronilla de hacerles la guerra.

Otra contienda fue la ocurrida en su puesto al maese Eloy y al maese Jacobo, tuvieron bastante trabajo, sudaron la gota gorda, pero su recompensa fue abatir doce cochinos. A otro guerrero de tierras tuccitanas, que no es tío pero si chacho, siete enemigos se le escaparon.

La refriega concluyó, con ciento veinte marranos abatidos, un monterión de locura. Ahora solo queda engrasar las botas, guardar el morral, esperar a que me devuelvan el trescientos y a que llegue pronto octubre.










domingo, 13 de febrero de 2011

EL QUINTO DE MAJADILLAS









Poco podemos decir de una montería, cuando en los dos días que se han batido las dos manchas del Quinto de Majadillas, se presentan sobre el cemento más de setenta cochinos, con seis buenas bocas, una de ellas de un guarro sensacional.

Lo que si podemos contar es el difícil, pero a la vez bello puesto que nos correspondió el sábado,  el cinco del cierre con los Monasterios, un pecho enfrente muy apretado de monte, con un largo tiradero a más de doscientos metros, donde abatir un marrano es lo más espectacular que le puede ocurrir a un montero. Había que estar muy atentos, primero había que verlos ya que se tapaban con suma facilidad, después en un santiamén clavarlos en el visor y acertar. Cuatro fueron los que tiramos y tres los que se fueron... eso es divertirse.

El día estupendo, calor y muchos blogueros, a los que coincidimos a menudo, Perico, Fito, Jmor, Almoga y quién escribe se nos unió Javier Robles de CONDEVITO, que visitaba por primera vez nuestra tierra y que quedó gratamente sorprendido con la belleza de nuestras sierras, esperamos impacientes su crónica. Tampoco se me puede olvidar el buen rato de conversación que echamos con un alemán afincado en Carboneros, lo que le falta de pelo lo tiene de buena gente.

Ya tenemos otro montero que con sus botas nuevas pisa bien pero que muy bien el barro, Alvaro Moraleda, si no que se lo digan a su padre.

Última de la temporada, el próximo sábado en tierras manchegas...

jueves, 10 de febrero de 2011

HISTORIAS DEL PIRUETANAL



Despuntando las primeras luces del día llegué a Andújar, la verja del Botijo estaba aún cerrada y regresé de nuevo al coche, puse la radio mientras esperaba la llegada de un montero y no menos perdiguero, que mata los venados a siete y las perdices a dieciocho, y a un cetrero tragaldabas, pasaba el tiempo y pensaba en lo que me dijo su hermano "a este siempre hay que esperarlo", nervioso por el retraso bajé del coche, la verja estaba abierta y en el bar ya estaban desde hace un rato los susodichos, acompañados por los Moraleda, fue el primer despiste del día. Uno de ellos, el más incierto, devoraba una tostada, ajeno a las migas y el tintorro que en la junta le aguardaban, luego irían llegando Nono, su padre, los Bonilla, Moya...

En el sorteo me nombran y no me entero quizás por el acojone que ultimamente me produce la Benemérita, a la que no quito el ojo, segundo lapsus. El tercer fallo, creo que mal aconsejado por el postor, fue dejar el coche frente a mi puesto, las reses al verlo cruzaban el carril como balas o bien se volvían dándome cortes de manga. 

Pasa la mañana entretenida y en tensión, en gran medida por las numerosas ciervas que casi sin poder verlas me entraban por detrás, rompiendo monte entre las crecidas jaras. A las tres menos cuarto, con muchas ganas de tirar y tras perdonar la vida anteriormente a tres venaetes, sube por el cortadero veloz, seguido por los perros, uno del mismo porte, en el primer disparo lo siento de culo y en el segundo lo vuelco, me embeleso mirando a una cierva y un horquillón y cuando vuelvo a mirar el venao abatido ya no está, cuarto desliz.

Termina la montería y comienzo a pistear, no veo sangre, cruzo rápido el cortadero, estoy casi una hora buscando, vuelvo en dirección al puesto y cuando me dispongo a cruzar al camino veo una gran mancha rojiza y a cinco metros, muy cerca de donde lo tiré, justo en el borde del cortafuegos con el monte, encuentro el venado, quinto gazapo.

Y todavía queda el último descuido, al igual que le ocurrio a nuestro amigo el pelón de carboneros por las sierras de su tierra,  me desoriento por los carriles, me salgo de la finca y casi de Andalucía llegando pasadas las cinco de la tarde a la comida, pero todo lo malo tiene su recompensa, y es que en mayo me van a regalar una brújula.

A pesar de todo muy bueno fue el día que pasamos con el Grupo Miranda en el Piruetanal,  destacando los buenos venados de Perico, los primos y Urbano y los gamos de Poncho, Popi y Fito, próxima parada el sábado, en El quinto de Majadillas, ¡como me ponen los cochinos!. A esto se le va viendo su fin...







miércoles, 2 de febrero de 2011

LOS LIRIOS


En la cancela de la Sierra de Segura, unos pasos antes de entrar en La puerta, deriva una senda que, entre olivares y monte, nos transporta a un espacio estrategicamente situado, Los Lirios, una finca que Dios regaló como fortín a los cochinos, donde bien se amparan estos paquidermos de prolongada jeta, tiesas orejas, aguda cabeza, y algunos, los menos, con unas caninas defensas en forma de media luna, con las que soñamos despiertos.

Los lirios, es el desorden natural engendrado en un pinar de complexión sucia y achaparrada que sin más remedio remata en unos reducidos tiraderos, casi a bocajarro, donde intuyes pero no ves venir, donde mentalmente delineas en tu vacilante cabeza los pasos favorables y donde el corazón se alborota en exceso, bastante más que un puñado de rehalas, a sus anchas, batiendo en un cercón.

Era la primera que vez mis botas pisaban Los lirios y conocía de buena mano que  la batida  era cumplidora, que si la suerte acompaña puede darte el campanazo, gracias en gran medida, a la protección y cuidado de Jose Ignacio y Paco Ramos a los que agradezco su cálido trato.

Esta vez no hubo suerte y los dos guarros, que chorreados, entraron en mi jurisdicción no rompieron al reducido mondo que tenía a mi izquierda, escurriendose por un traicionero barranquillo, que cegado, se deslizaba a lo largo de la traviesa y a muy pocos metros del puesto. Aunque no los pude tirar si hicieron que me temblaran las piernas y eso cada vez me gusta más, ¡como me ponen estos bichos!... cardíaco.

Muy bueno el día, con una treintena de marranos abatidos, destacando un buen navajero, igual  que la tertulia tras la comida y las dos horas de viaje de ida más las dos de regreso, que se hicieron muy cortas, a todas luces insuficientes, con la compañia de un tal JMOR, relatándome con pelos y señales sus lances, chascarrillos e historietas, fue como poner la radio del coche y  encontrar en el dial un nuevo programa, "Tirando al monte", eso si, con una sustancial diferencia, esta vez el locutor iba a mi lado... todo un lujo.