Rincón abierto a los amantes de la naturaleza, la caza y la literatura venatoria.

sábado, 13 de marzo de 2010

CAZA Y PLUMA. MIGUEL DELIBES IN MEMORIAM.


“La sombra del ciprés es alargada” y apunta hacia el límite de lo terrenal con lo incorpóreo, donde el veterano cazador ha cruzado para siempre “El camino”,  fundiéndose con su “Señora de rojo sobre fondo gris”. “Con la escopeta al hombro” y la pluma en la mano, desde el firmamento, reanudará sus largas caminatas tras “La caza de la perdiz roja”, él solo, con su perro y “Las perdices del domingo”, eternizando el “Diario de un cazador” prorrogará sus “Aventuras, venturas y desventuras de un cazador a rabo”.

Desde allí, junto a los “Santos inocentes”, vociferará a la milana bonita, ¡quiá, quiá!, topándose con Azarías, que ya no tendrá que evacuar sobre sus manos para que se no se agrieten con el frío, porque “Los estragos del tiempo” quedaron atrás y dialogará en soledad “Cinco horas con Mario” o seis horas o más en las largas “Siestas con viento sur” del sempiterno.

En tierra permanecerán “25 años de escopeta y pluma” y 89 intensos años más, el recuerdo indeleble de “Dos días de caza”, en el “Último coto” resistirá agazapado “El conejo” tras la quietud inmóvil de la muestra del perro. Con sus coloridas libreas “Mis amigas las truchas” seguirán remontado las corrientes de los ríos, regatos que han sido testigos de las “Viejas historias de Castilla la Vieja”.

“La tierra herida” y “La naturaleza amenazada” quedarán lejos del paraiso, subsistiendo aquí, en el estrato terrenal, junto a “Las ratas“. “Las hojas rojas” del libro de la vida se desvanecen y la curtida pluma encontrará “El tesoro”, su tesoro, “Mi vida al aire libre”, su vida.

“El Hereje”, el que nos deja, la voz del pueblo que no puede hablar, el apasionado de la tolerancia y la libertad, envuelto en “La mortaja” en su calle dos de mayo, es “El príncipe destronado” (por la muerte),… trono que nunca perderá, en la ciudad del Pisuerga, su Valladolid natal.

Adiós o mejor hasta luego, porque siempre habrá un libro suyo en nuestras manos, al hombre de bien, al cazador, al pescador, al deportista, al catedrático, al literato, al periodista. Mucho tenemos que agradecer los cazadores al hombre que con sus letras dignificó nuestra querida afición a la caza.

Hasta siempre al creador de la utópica frase “hombre libre, sobre tierra libre, contra pieza libre”.

Nuestro más sentido pésame a la familia, en especial a su hijo Juan Delibes con el que tuvimos la oportunidad y el placer de cazar este año.

Descanse en paz.


5 comentarios:

Anónimo dijo...

Olé que bonito!!
Tenemos que morir para que escribais así de nosotros??
Estais que os salís.

Un saludo y hasta el Domingo.
Rafa.

EDUARDO B. dijo...

Rafa muchas gracias, en esto de los comentarios eres el primero, estás siempre al quite, como el domingo estes tan rapido no nos vas a dejar tirar ni una perdiz.
Saludos.

Azarías dijo...

Hoy en El Mundo venía un cuadernillo central dedicado a Delibes, con dos títulos: por delante "El guardián del castellano; y por detrás "Milana bonita".
Los artículos son buenos, no todos, pero se notan redactados hace tiempo y por encargo. Delibes llevaba tiempo enfermo, y es lógica esta previsión editorial.
El tuyo es mucho mejor que muchos de ese cuaderno y lo has escrito en el acto, sabiendo que ya no existía.

Anónimo dijo...

Jejeje, mejor que no te toque a mi lado..
Es broma, se me dan mejor los venados que las perdices (son muy pequeñitas y... vuelan!!)
Un saludo.
Rafa.

Javier Robles Chocano dijo...

Sí señor, estupendo homenaje a una figura irrepetible. Enhorabuena por la entrada. Abrazos.