Gerardo Horno, nuestro querido loco, no deja de sorpendernos, por circustancias de la vida, ha cambiado los zahones y la caracola por por el pincel y los arreos para esculpir las rosetas de los venados.
Esas vigorosas manos que hundían el cuchillo en las entrañas del ciervo ahora se vuelven finas y delicadas para dar forma y cromatismo a las defensas de este.
Hace tiempo que tallaba astas de cervuno, pero ahora ha descubierto otra faceta, la de dar color a esos labrados que los hacen más vivos y luminosos. Está hecho todo un artista, aqui os dejo unas fotos de algunos de sus trabajos, los realiza por encargo solo hay que darle una foto y el la talla y la pinta en el cuerno. Le di la insignia de Monteros de Tradición, al principio dudó en hacerlo, por la dificultad de tallar los pequeños detalles, pero ahí está, ha quedado de lujo.
Si alguien quiere hacerle un encargo puede escribir a la dirección de e-mail de este blog y le daremos el teléfono de este tipo, un loco virtuoso de las bellas artes.