El pasado fin de semana acompañé a mi socio, Rafa Barrios, a realizar un rececho de venado en Cazorla ya que había sido agraciado con este permiso en el sorteo correspondiente a la oferta pública de caza en Andalucía 2010 - 2011. Por este motivo no pude asistir a IBERCAZA y por consiguiente tampoco al encuentro de blogueros organizado por la F.A.C, a la que agradezco su invitación.
Quedamos con el guarda a las seis y media de la mañana del viernes en la gasolinera de Pozo Alcón, aún de noche nos adentramos en la sierra e hicimos una parada, fue la primera vez que este año escuchamos berrear a los venados y la segunda vez que el guarda los oía, de ahí lo incipiente de la berrea.
Pronto vimos el primero, un selectivo normal, que es lo que a Rafa le había tocado en sorteo, intentamos hacer la entrada pero no lo volvimos a ver. Seguimos con la búsqueda y los venados cada vez berreaban menos. Por la emisora otro guarda nos informa que tenía controlado uno como el que andábamos buscando, el guarda y Rafa le hacen la entrada mientras yo esperaba en la pista forestal ya que el cervuno se encontraba en un sitio complicado y los tres podíamos dar al traste con la estrategia, también lo hicieron que Rafa al ir a acomodarse en el lugar dónde el guarda le había indicado, se topó a diez metros con el venado que salió huyendo sin que el guarda lo pudiera valorar.
Poco tiempo después los venados se callaron y se hizo un inmenso silencio en la sierra por lo que tuvimos que ir a buscarlos con el Toyota en el corazón de esta magnífica sierra, recorriendo pistas forestales vírgenes de turistas, a las que accedíamos abriendo y cerrando candados, allí pudimos contemplar muflones y estupendos gamos. Localizamos otro venadete y al intentar entrarle levantamos de su encame, en la concavidad de una roca tapada por un pino, un majestuoso macho montes. Así pasó la mañana hasta que bajamos al pueblo a comer.
A las cuatro de la tarde ya estábamos en la sierra otra vez y más de los mismo los ciervos no habrían la boca y lo único que veíamos eran pepas solas, así pasó la tarde hasta que el guarda con el canuto, como yo le llamo, el artilugio casero que imita el berrido de un venado, se decide a soplar, respondiéndole uno al instante, enseguida nos dirigimos donde el guarda creía que estaba pero no lo localizamos, vuelve a berrear y el guarda nos dice, - ya se dónde está, en un llanete que hay ahí mas arriba, efectivamente hacemos la entrada y nos ponemos a menos de cien metros de él, estaba echado en mitad del llano y de vez en cuando berreaba, esperamos un rato a que se levantara para ser valorado por el guarda, aunque yo sabía con creces que ese no era el nuestro, tenía doce puntas y no correspondía con el selectivo de 125 puntos que nos había tocado.
Nada más levantarse el guarda nos dijo que no podía ser y dejamos que este se marchase pausadamente. Estaba anocheciendo y ya no había tiempo para más, el rececho había concluido ya que EGMASA, no se por que motivo, solo permite un solo día para los recechos de selectivo normal y dos para los de selectivo especial.
La familia, mujeres y niños, nos esperaban en una casa rural donde hemos pasado un muy buen fin de semana de berrea en estas maravillosas sierras, la lastima es que coincidiera con IBERCAZA, pero todo no se puede pillar y si me dan a elegir yo prefiero, campo, campo y campo.